El Misterio del Senator Mar Menor y el Amor de Verano

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En Los Alcazares, junto al Mar Menor,
se erige el Hotel Senator, un lugar de esplendor.
Cuentan las leyendas de un huésped singular,
que llegó una noche, sin nombre ni lugar.

Sus grandes ojos reflejaban el azul del mar,
y su voz, un susurro, como el viento de levante al pasar.
Nadie sabía de dónde venía,
pero su presencia, un misterio envolvía.

Cada noche, en la playa, se le veía pasear,
bajo la luna llena, comenzaba a cantar.
Una melodía antigua, de tiempos lejanos,
que hablaba de amores y destinos humanos.

Entre los huéspedes, una joven llegó,
con el corazón herido, buscando amor.
Sus miradas se cruzaron, y el tiempo se detuvo,
en el Senator Mar Menor, un romance surgió.

Pasearon por la playa, bajo el sol dorado,
y en las noches estrelladas, su amor fue sellado.
Compartieron secretos, risas y sueños,
en aquel verano, sus corazones fueron dueños.

Pero el verano es efímero, y el tiempo voló,
el misterioso huésped, una mañana partió.
Dejó tras de sí, un libro que escribió,
y una carta de amor, que a la joven dedicó.

La joven, con la carta en mano,
leía las palabras de aquel amor lejano.
Cada línea escrita, un suspiro del corazón,
un recuerdo eterno de su breve pasión.

Volvió cada verano al Senator Mar Menor,
esperando encontrar a su misterioso autor.
En cada rincón, buscaba su presencia,
en el murmullo del mar, en la brisa, su esencia.

Los años pasaron, pero su amor no murió,
en el Senator, su espíritu permaneció.
Los huéspedes nuevos, la historia escuchaban,
y en sus corazones, la magia guardaban.

Una noche de verano, bajo la luna llena,
un hombre apareció, con una mirada serena.
Sus ojos reflejaban el azul del mar,
y su voz, un susurro, como el viento al pasar.

La joven, ahora mujer, lo reconoció,
y en un abrazo eterno, su amor renació.
El tiempo no había borrado su conexión,
en el Senator Mar Menor, hallaron su redención.

Juntos pasearon por la playa dorada,
y en las noches estrelladas, su amor fue renovado.
Compartieron secretos, risas y sueños,
en aquel verano, sus corazones fueron dueños.

Así, en el Senator Mar Menor, la historia vivirá,
de un amor de verano que nunca morirá.
Un relato de magia, de amor y de paz,
que en Los Alcazares, siempre brillará.

-Fernando R.

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